Carta de Juan Bautista Tupac Amaru al Libertador Simón Bolívar
Buenos Aires, 15 de Mayo de 1825
Al Excmo. Señor Don Simón Bolívar, Libertador del Perú
Señor:
Si ha sido un deber de los amigos de la Patria de los Incas, cuya memoria me es la más tierna y respetuosa, felicitar al Héroe de Colombia y Libertador de los vastos países de la América del Sur, a mí me obliga un doble motivo a manifestar mi corazón lleno del más alto júbilo, cuando he sido conservado hasta la edad de ochenta y seis años, en medio de los mayores trabajos y peligros de perder mi existencia, para ver consumada la obra grande y siempre justa que nos pondría en el goce de nuestros derechos y nuestra libertad; a ella propendió Don José Gabriel Tupamaru, mi tierno y venerado hermano, mártir del Imperio peruano, cuya sangre fue el riego[1] que había preparado aquella tierra para fructificar los mejores frutos que el Gran Bolívar habia de recoger con su mano valerosa y llena de la mayor generosidad; a ella propendí yo también y aunque no tuve la gloria de derramar la sangre que de mis Incas padres corre por mis venas, cuarenta años de prisiones y destierros han sido el fruto de los justos deseos y esfuerzos que hice por volver a la libertad y posesión de los derechos que los tiranos usurparon con tanta crueldad; yo por mí y[2] a nombre de sus Manes sagrados, felicito al Genio del Siglo de América, y no teniendo otras ofrendas que presentar en las aras del reconocimiento, lleno de bendiciones al hijo que ha sabido ser la gloria de sus padres.
Dios es justísimo, Dios propicio sea con todas las empresas del inmortal Don Simón Bolívar, y corone sus fatigas con laureles de inmortal gloria, conservándole para consuelo de la numerosa familia que aún lamenta la injusta muerte de sus padres; y si posible es, reúna el único resto que conserva la Providencia de los Incas del Perú, a las frías cenizas de sus verdaderos progenitores.
Yo, señor, al consider la serie de mis trabajos, y que aún me conservo, aliento en mi pecho la esperanza lisonjera de respirar el aire de mi patria, y confío que el Gran Bolívar no desastenderá una obra propia de su alma grande y generosa; sólo aguardo que se allanen todos los pasos para el Alto Perú a donde me llama naturaleza, no obstante estar favorecido de este gobierno de Buenos Aires desde pisé sus playas, y de cuantos han considerado mis desgracias y trabajos incalculables, que tendría en nada, si antes de cerrar mis ojos viera a mi Libertador, y con este consuelo bajara al sepulcro: lo desea y acaso lo consiga el que con indecibles gratitudes es de S. E., el más afecto servidor y reconocido.
Juan Bautista Tupamaru
Referencias
Cristóbal Mendoza, Testimonios Peruanos sobre el Libertador (Caracas: Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1964), 451-452.
Colección Documental de la Independencia Peruana, “La rebelión de Túpac Amaru“, II, 3, doc. 327, 908-909. (Lima: Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú 1972).
[1] La versión de la CDIP tiene un error, riesgo en vez de riego.
[2] Falta la palabra y en la versión de la CDIP.