A mediados de agosto estuve en Santiago de Chile participando de un Seminario sobre los Estudios Latinoamericanos, organizado por el Hemispheric Institute on the Americas (UC Davis) & la Universidad Diego Portales (UDP).
Dentro de las actividades que desarrollé en Chile fui invitado a dar la Cátedra Norbert Lechner. Se trata de un prestigioso espacio que, como lo comenté anteriormente, ha recibido la visita de investigadores y académicos como Steve Stern, Loic Wacquant, Tony Bennett, Don Slater, Thomas Klubock y Robert Keohane y un colega de Madison-Wisconsin, Steve Stern.
En esta oportunidad el tema de mi conferencia fue: “La Rebelión de Túpac Amaru: ¿Una revolución atlántica?”, donde partiendo de lo que discuto en mi más reciente libro me interrogo sobre si lo ocurrido en los Andes con el más grande levantamiento en las Américas puede encajar en la categoría de “revoluciones atlánticas” planteada por Palmer y otros, y que ha alcanzado incluso a la Independencia de Haití.
Gracias a la gentileza de la Universidad Diego Portales y de sus organizadores, ahora contamos con el video de la conferencia, el cual comparto con ustedes.
Estimado profesor Walker: Gracias por compartir su exposición sobre su reciente libro, que es una excelente invitación a leerlo. Mi interés es la historia económica en ese periodo y en el espacio surperuano, en la dimensión colonial, donde afortunadamente han comenzado surgir algunas investigaciones. En ese sentido me ha parecido muy interesante su afirmación de que aún no se ha estudiado a fondo el impacto económico de la rebelión. Y yo añadiría no sólo en el tamaño material de lo destruido sino del cambio en las relaciones económicas. También pienso que más allá de las disquisiciones conceptuales, la región andina (de núcleo altiplánico ¿potosino?) fue impactada, desde el tercio final del siglo XVIII, por un creciente y diversificado flujo económico “europeo” o “atlántico”. Mas productos ingleses, holandeses, francesas, además de españolas desembarcan en Buenos Aires, Valparaíso y Arica. Y también desembarcan ideas y personas. Y ello va cambiando no sólo las formas y conceptos de manejo político sino su base económica. Y mi comentario final. Estos “bicentenarios” lamentablemente tienen como efecto colateral un desbarajuste historiográfico sobrevalorando la relevancia puntual de eventos sobre procesos como es el caso de la “emancipación”. Por eso, las reflexiones que usted hace sobre impactos y silencios me parecen muy valiosas. Mis cordiales saludos. Carlos Garaycochea