Uno de los argumentos principales en mi libro, La rebelión de Tupac Amaru, es que la iglesia tuvo un papel fundamental en la derrota de los insurgentes. En realidad, no fue la iglesia sino su represenante en Cusco, el Obispo Juan Manuel Moscoso y Peralta, quien diseñó una brillante y eficaz estrategia. Se basaba en mantener a los sacerdotes y sus asistentes en la “zona roja”, así dando alivio e información a los enemigos de la rebelión. Moscoso y Peralta sabía que José Gabriel Condorcanqui y Micaela Bastidas eran fieles que no iban a permitir la muerte de un cura. También excomulgó a Tupac Amaru, medida de gran impacto como explico en el libro.
En una gran paradoja, el arequipeño Moscoso y Peralta enfrentó acusaciones y juicios sobre su supuesto apoyo a la rebelión. El libro del cual escribo el prólogo, Inocencia justificada contra los artificios de la calumnia es la detallada defensa que Moscoso y Peralta publicó en Madrid en 1790. Es un testimonio importante de la época, con notable información sobre la rebelión de Tupac Amaru y muchos temas más. En mi prólogo, encontrará más información sobre el autor, el libro, y su relevancia.
Pueden descargar el “Prólogo” a Inocencia Justificada haciendo click en la imagen de la portada.