Acabo de leer el post de Rafael Dumett (“El día en que triunfó la rebelión de Túpac Amaru II”) sobre dos textos míos y estoy muy agradecido por la buena lectura y los comentarios lúcidos del escritor. Dumett comenta mi reciente libro, The Tupac Amaru Rebellion, como el artículo “Un Inca en Sacsayhuamán. Si Si Túpac Amaru hubiese tomado Cuzco (1780-1781)” que apareció en Contra-historia del Perú. Ensayos de historia política (2012). En su post, Dumett subraya algunas de las dudas mayores alrededor del levantamiento, sobre todo en los momentos cruciales en que una decisión distinta pudo haber cambiado la historia de la Gran Rebelión y, tal vez, la del Perú mismo. Comenta en primer lugar la demora en sitiar el Cusco. Yo, al igual que muchos otros historiadores, me pregunto ¿por qué la victoria en Sangarará (noviembre) no fue seguida con un ataque al Cusco en vez de ir al sur y atacar recién al final del año? Para muchos, esta decisión terminó por condenar a la rebelión, facilitando la captura de José Gabriel Condorcanqui y Micaela Bastidas meses después.

Como buen lector y escritor, Dumett va más allá del debate sobre el sitio del Cusco. A él le intriga más bien la segunda fase de la rebelión, cuando ya no están Condorcanqui y Bastidas, y en su reemplazo toman la posta como dirigentes Diego Cristóbal (primo de Túpac Amaru), Andrés (hijo de Tupac Amaru y Micaela) y Mariano (pariente de Micaela). Todos ellos son muy jóvenes, tienen entre 18 y 26 años. Dumett indaga sobre los cambios en la táctica, donde estos jóvenes dirigentes se alejan de la moderación de Túpac Amaru e implementan una guerra de guerrillas; los esfuerzos fallidos de una alianza con los Kataristas; y el papel del amor y la distracción en la derrota brutal de la segunda fase, aspecto sentimental que es fácil soslayar en una historia de hechos brutales propios de un conflicto.

Recomiendo a todos que lean este (así como otros) ensayos de Dumett, quien se basa en una lectura profunda y propone varios argumentos muy sugerentes. Rafael acaba de publicar un e-book, El espía del Inca, el cual está disponible a través del portal La Mula. Es además profesor en la Universidad de San Francisco y tiene un blog. ¿Qué más desea un autor, sino que su libro provoque comentarios tan ricos y sugerentes como los de él?